Levantarte una mañana de Sábado en el pueblo, después de
haber tenido dos días lluviosos, abrir la persiana pensando que vas a
encontrarte la lluvia de los días anteriores y ver que está todo despejado e
incluso hace un poco de sol. No hay nada mejor que levantarte con buen pie,
viendo que hace bueno. Te levantas con más energía, planeas algo para hacer a
lo largo del día. Aunque en un pueblo de estos no se pueda hacer mucho. Pero por
ejemplo, puedes irte a dar una vuelta con el perro por el río, así te haces
fotos, o salir a dar una vuelta por el pueblo, o simplemente salir a la calle a
fumarte un cigarro, no como los días anteriores que tuviste que fumarlo en
casa.
Levantarte un día y ver esto
es lo mejor que te puede pasar. Porque después de haber estado dos días de
bajón porque llovía no hay nada mejor.